miércoles, 27 de octubre de 2010

La aparición

Otra vez tu, apareces en mi mente,
te acomodas en mis pensamientos,
te apoderas de mi sueño,
me empujas al insomnio,
te revuelcas en mi interior,
me consumo en alucinación,
y me retuerzo de dolor.
Otra vez tu, llegas junto con la noche,
te paseas en mi imaginación
cuando sola yo me encuentro
en mi oscura habitación.
Te introduces en mi piel,
sin ninguna consideración,
sabiendo que me sabe a hiel
aquella vil desilucion.
Acaso no me dejaras dormir?
o quizás te gusta verme sufrir?
Otra vez tu, con aire de inocencia
vienes a hacerme pagar por una
estúpida e incoherente sentencia.
No es culpable mi corazón
de amarte con loca pasión,
no es culpable mi mente
por pensarte repetidamente,
no es culpable mi excitación
por desearte con descontrol,
no son culpables mis manos
por buscarte vanamente,
no son culpables mis labios
por temblar frecuentemente
deseando, mendigando,
un beso correspondiente.
Otra vez tu, apareces sin avisar
solo vienes a lastimarme,
solo vienes a condenarme,
para luego otra vez marcharte.
Acaso tengo la culpa de quererte tanto?
y no poder dormir entre lamentos y llantos?
Acaso tengo la culpa de no poder olvidarte?
cuando tan solo he aprendido a amarte.
No me presiones con tus apariciones,
ni me empujes a perdiciones,
he decidido amarte a fuego y pasión
aunque este amor resulte mi perdición.
Otra vez tu, apareces en medio de mis desvelos
y otra vez yo me entrego a todos tus deseos...
Me dejo devorar por el frió de tu esencia,
aunque luego quede en mi el vació y la dolencia.

Mariel Barec



Obs. No estoy muy segura que me movió a escribir esto,
deja vu!
así de simple...

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