Ya no volverás a saber de mí,
Te lo aseguro, te doy mi palabra
De que no escucharas mi voz llamándote,
Clamándote que vuelvas junto a mí.
Así como el sol se oculta al atardecer,
Así yo me apagare,
Allá en el horizonte donde mueren los recuerdos,
Donde nace el olvido.
Como la lluvia cae del cielo,
Caerán mis lágrimas al suelo.
No buscare consuelo, no lo quiero.
De nada sirve ya las palabras de aliento,
Solo te dejo este juramento,
Me marchare junto con el viento,
Con este dolor que llevo dentro.
No dejare una sola huella,
Para que el pasado no te estorbe,
Solo me llevare la imagen de tu rostro
Y el sonido de tu voz,
Y me iré sin decir nada,
Sin decir siquiera adiós.
Ya no habrá preocupaciones en tu vida
Y yo tratare de cerrar mis heridas,
Buscare mi lugar en esta vida
Y fingiré estar viva.
Porque después de marcharme
Mi alma me habrá dejado,
Seré una muerta andante,
Tratando de olvidarte.
Seré una muerta andante
Intentando ya no amarte.
Buscare mi lugar en esta vida,
Que ya no la siento mía,
Pero no te preocupes, no voy a molestarte,
Pues pronto vas a olvidarme.
Ya no te rogare, ni te suplicare,
Como el sol me ocultare
Y en el horizonte moriré.
Pronto mis lágrimas acabaran,
De tanto llorar se secaran,
No volverás a saber de mí,
Pero yo seguiré pensando en ti.
Estoy cansada de esta situación,
De vivir sin ilusión,
Solo me llevare el recuerdo de lo vivido
Y de lo que hoy ya está perdido…
Mariel B.
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